Casarse implica compartir metas y enfrentar desafíos juntos, por lo que abordar conflictos antes del matrimonio fortalece la relación y ayuda a desarrollar una comunicación saludable. Discutir temas cruciales permite a la pareja alinear expectativas, mejorar sus habilidades de comunicación y crear una base sólida. Esto ayuda a ambos a sentirse seguros y preparados para los desafíos de la vida en pareja.